sábado, 7 de junio de 2014

Gustos escondidos

Juan era un chico de 18 años que amaba dos tipos de música por encima del resto, el rock y el Heavy, disfrutaba mucho escuchando esa música, e incluso le habían hecho una oferta para que entrase en un grupo de rock, ya que él tocaba el bajo, pero no sabía que respuesta darle a aquel grupo, ya que tenía miedo a que lo rechazasen.

Ese miedo que tenía no era un miedo irracional, ya que sus amigos eran demasiado conformistas, y si te salias de aquello que le gustaba a la mayoría te miraban como si fueses un raro. Dado que eran unas personas que para él importaban mucho, siempre que estaba con ellos escuchaba la música que a ellos les gustaba, vestía como ellos querían, y hacia todo lo que hacía, aunque el detestaba aquello. No obstante en el momento en el que no estaba con sus amigos vestía como quería, y siempre escuchaba aquella música que tanta felicidad le traía.

Así había pasado los últimos años de su vida, ocultando su verdadera personalidad, como si pensará distinto fuese malo. Un día, que sus amigos no estaban se vistió con su camiseta negra de Nirvana, se puso los pantalones negros, se calzó sus botas, y decidió ir a tomarse una cerveza al bar al que normalmente iba con sus amigos. Cuando llegó se sentó solo, en una mesa que había en la esquina, con la esperanza de que la gente no se fijase en él. Cuando el camarero se acercó, extrañado por el aspecto que llevaba aquel día Juan, y le pregunto si iba a tomar lo mismo que siempre, entonces Juan le dijo que no, que aquel día no iba a tomarse un botellín de cerveza, sino que prefería una jarra.

No tuvo que esperar mucho a que llegase la cerveza, ya que el camarero no tardó, y nada más darle el primer trago a la cerveza comenzó a sonarle el móvil. Eran los chicos de aquel grupo de rock, y aún no había decidido que hacer sobre el tema. Pensó por última vez lo que dirían sus amigos si se enteraban de que iba a tocar en un grupo de rock, e inmediatamente cogió el teléfono y contesto negativamente a la petición que aquel grupo le había hecho. Pese a todo, los miembros de aquel grupo le dijeron que si alguna vez cambiaba de opinión ellos estarían dispuestos a darle otra oportunidad, ya que lo habían escuchado y tocaba muy bien.

Colgó el teléfono y continuó bebiendo cerveza, y comiendo unas patatas con salsa que le habían traído, se había puesto los cascos y estaba escuchando un poco de Metal Irlandés cuando notó que alguien le tocaba el hombro. Se quedó de piedra, pues creía que eran sus amigos, aunque luego pensó que no volverían hasta el día siguiente. Entonces se giró y vio que quien le había tocado el hombro era Laura, la prima de aquel camarero, y que tenía la misma edad de Juan, que lo miraba con una cara de sorpresa y enfado. Laura era una chica por la que Juan sentía algo más que una amistad, aunque hablasen poco. Ella se sentó junto a él, y antes de que Juan pudiese reaccionar Laura le lanzó una pregunta:

-Si así es como eres más feliz, ¿Por qué cuando vienes con Marcos y los demás no vienes así vestido, ni pides lo que hoy has pedido?- Le dijo con un tono recriminatorio, mientras Juan intentaba asimilar aquella pregunta.

-¿Si así soy feliz?- Le preguntó este con la esperanza de terminar pronto aquella conversación.

- Si- le contestó ella- o es que crees que no se te nota en la cara, crees que no se nota en esa sonrisa tan suave, que no queda tan forzada como la que tienes cuando ellos están aquí.

- Tienes razón, Laura, hoy estoy más feliz. -dijo hundido por la contundencia de las palabras de Laura- Pero si normalmente no vengo así es porque no quiero que mis mejores amigos dejen de hablarme, porque mis gustos sean raros.

Le contó entonces que había rechazado la oferta de aquel grupo de música, y Laura cada vez estaba más enfadada, y daba la sensación de que en cualquier momento iba a estallar y cruzarle la cara de un guantazo a Juan, pero no fue así, cuando no pudo más, Laura cogió de la mano a Juan, y apretándola con fuerza le dijo unas palabras demoledoras:

-Juan, no se si te das cuenta de la situación- le dijo ella, totalmente roja de ira- creo sinceramente que no eres consciente de la situación. El problema que tienes no es que tus gustos no les gusten a tus amigos, sino que tus amigos no acepten tus gustos. Un amigo no está para imponerte una personalidad, sino que un amigo esta para compartir su forma de ser, y aprender de la tuya. Si ellos no te aceptan tal y como eres es que no te merecen. Coge ahora mismo ese teléfono y acepta esa oferta, o no te das cuenta de que ibas a tirar por la borda el sueño de tu vida.

-Laura- dijo Juan entrecortado- yo...es que...mis amigos...no quiero perderlos.

- Juan, si ellos no se alegran de que hayas realizado el sueño de tu vida es que nop son tus amigos, así que no le des más vueltas y coge y acepta esa oferta, y quizás te lleves una grata sorpresa.

Ante la gran insistencia de Laura, Juan tomó el teléfono y llamó a los miembros de aquel grupo, aceptando inmediatamente la oferta que ellos le habían hecho, y les pidió disculpas por la demora. Ellos le contestaron, muy agradecidos, ya que desde que lo escucharon una tarde querían que se uniera a ellos. Todo había salido bien, pensó entonces Juan, y cuando fue a darle al botón de colgar Laura le recordó que le había prometido una sorpresa. Ella le pidió que cerrase los ojos, y él obedeció, y antes de que pudiese darse cuenta sintió como alguien le besaba, entonces abrió los ojos y vio que Laura, que llevaba el mismo colgante que él, lo estaba besando.

Tras esto, Juan le agradeció a Laura todo lo que había hecho, y ella le contestó:

- No me des las gracias, pues fuiste tú quien escribió: "La música es la esencia del alma y rechazar la música que amas es rechazar tu propia alma." - Y continuó diciéndole a Juan unas palabras que el nunca olvidaría.  - Solo te voy a pedir una cosa, que nunca vuelvas a ocultarte, y que siempre estés junto a mi.


Y así fue como Juan comprendió que sus antiguos amigos solo eran unos interesados, que no lo respetaban, y tras hablar con ellos comprendió que lo mejor era no volver a verlos. Y ahora está más feliz que nunca, pues no solo consiguió el amor de Laura, sino que también consiguió unos amigos que de verdad le respetaban y querían por como era.

Twitter: https://twitter.com/klaus_escritor

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