sábado, 13 de junio de 2015

Violin

Una fría noche de primavera una pandilla de chicos caminaba por un camino a las afueras de aquella bulliciosa ciudad.  Caminaron hasta que llegaron a un pequeño puente que había sobre el río que atravesaba aquella ciudad. Cuando estaban subiendo el puente se dieron cuenta de que bajo aquel puente había un joven vagabundo durmiendo, y al verlo decidieron bajar a reírse a su costa. Bajaron y al oír a los pasos de los chicos aquel vagabundo se despertó y cogió un maletín sobre el que tenía apoyada la cabeza.  Los chicos lo vieron e insistieron al vagabundo que soltara el maletín. Él se negó, pues era algo muy preciado para él, y ante esa negativa el grupo de jóvenes comenzó a golpearle la cabeza hasta que uno de ellos decidió coger una barra de hierro. Lo golpeó en la cabeza hasta que finalmente lo mató, tras eso cogieron el maletín y se fueron rápidamente de aquel lugar.

La noche siguiente decidieron volver con sus chicas, para deshacerse del cuerpo de aquel vagabundo. Ninguno de ellos se había atrevido a abrir aún aquel misterioso maletín, que tenía un aspecto muy antiguo y gastado. Cuando llegaron allí solamente quedaban los restos de los pocos objetos que había acumulado aquel vagabundo y la barra con la que le habían golpeado, pero su cuerpo no se encontraba allí. Entonces decidieron ir a buscar el maletín y abrirlo, asustados por si la policía iba en su busca. Cuando abrieron aquel maletín descubrieron un viejo violín, y decidieron que lo mejor sería venderlo y repartirse el dinero. Así fue como lo hicieron, lo vendieron, y nunca volvieron a hablar de aquella cuestión. Aunque nunca se encontró el cuerpo de aquel vagabundo, ellos creyeron verlo tiempo después.

Aquel violín fue comprado tiempo después por una joven música, que había tenido que vender su violín tiempo antes por problemas de dinero. Aquella chica, cuyo nombre era Maria, había vivido una vida muy traumática, pero a la vez era una de las mejores músicas de su generación.  Había perdido a sus padres en un accidente de tráfico al poco tiempo de nacer y fue criada por un tío suyo, que la explotaba y manejaba a su antojo. Justo cuando cumplió los 18 años huyó de casa de su tío, sin más maleta que el violín que le robó a su tío. Ganó dinero tocando por las calles, e incluso tuvo que vender su violín para poder comer, pero por suerte para ella uno de los viandantes, que tantas veces la había escuchado, era director de orquesta y le había ofrecido que formase parte de su orquesta. Así que cuando pudo se compró un viejo violín de segunda mano, el mismo que el que le robaron a aquel vagabundo.

Cuando Maria comenzó a tocar por primera vez aquel violín estaba sola en su casa, y sintió como si unas manos se posaran sobre las suyas y la ayudaran a tocarlo, pero estaba sola. Aquella sensación la asustaba, pues siempre que tocaba aquel instrumento sucedía lo mismo. Durante los ensayos y los conciertos se encontraba muy  cómoda, y apenas tenía fallos, pues es como si aquellas manos que sentía le indicarán las notas. Ella pensó que todo se debía a algún trastorno psíquico debido a su pasado traumático, por lo que nunca se imaginó lo que ocurriría meses después.

Había pasado casi un año desde el momento en el que había comprando aquel violín, cuando el director de la orquesta les anunció la nueva obra que deberían interpretar, el Opus 35 de Tchaikovsky, y para ese concierto la solista sería María. Aquello emocionó a aquella joven que ahora tenía 25 años, pues era una muestra de que su trabajo empezaba a ser reconocido. No pensaba defraudar a aquel director que tantas expectativas había puesto en ella, por lo que se volcó con todas sus fuerzas en preparar aquel concierto. Ensayaba mucho con la orquesta y también pasaba las noches ensayando. Una noche de primavera se encontraba en la terraza de su nuevo piso, ensayando aquel concierto, observando la luz, cuando en el momento de mayor éxtasis de la obra aquella chica sintió que algo se removía en su interior, era amor, amor por la música, amor por la luna y amor por un chico al que nunca conoció pero con el que siempre soñó. En aquel momento, la magia de aquel maleficio se rompió y liberó de aquel violín a un joven chico, el propietario de aquel violín, aquel vagabundo.  Al instante ambos recordaron quien eran y que había sucedido, pero aquello ya no importaba, pues por fin estaban juntos, por fin podían volver a besarse en los labios.

Entonces a sus mentes, mientras se besaban, vino el recuerdo de todo lo que había sucedido, de lo que dio lugar a que acabasen bajo una maldición. Todo había sucedido en un recóndito bosque al norte de Escocia cuando corría el año 1812. Mery y Michael, dos jóvenes músicos que se amaban, fueron a una casa a descansar en el bosque, antes de comenzar una nueva gira con su orquesta. Cerca de aquella casa había un precioso lago con cisnes, donde ambos disfrutaban por las noches, pues la luna se reflejaba en el agua y daba un aspecto realmente mágico a todo aquello. Todo iba genial hasta que comenzaron a darse cuenta de que una chica algo más joven que ellos empezó a rondarles. Una noche, cansados ya de que los vigilarán, Michael y Mery se acercaron a decirle aquella chica que se alejara. La joven dijo que no se alejaría de allí si no era con el amor de Michael, ante lo cual Michael se escandalizo y dijo que si ella no lo tenía nadie lo tendría. Y mientras se iba lanzó una maldición que la pareja se tomo como si se tratase de una broma:

"Con la llegada del Alba os separaréis y no volveréis a uniros hasta que una fuerza mayor lo ordene."

Ellos, que se lo habían tomado a broma volvieron a su casa, por temor a que aquella chica regresase en una actitud más agresiva. Tocaron un poco y después se fueron a la cama, donde retozaron y posteriormente se quedaron dormidos. Pero con la llegada del Alba Michael despertó repentinamente y busco desesperadamente a Mery, pero no la encontró. Se acordó entonces de aquella chica y de su maldición, por lo que trato de buscar sin éxito a aquella chica. Lo que Michael no sabía es que ella ya no estaba, y solo volvería cuando una fuerza mayor lo ordenase, una fuerza mayor que el trató de buscar hasta que en su siguiente cumpleaños murió repentinamente.

 Aquello ocurrió cuando ellos aún no habían cumplido los 26 años, y la maldición provocó que siempre que cumpliesen los 26 años debían morir para regresar con otro nombre y habiendo olvidado todo aquello, hasta que finalmente pudiesen volver a reunirse. Ciertamente cada 26 años se producía ese hecho, siempre morirían ambos, primero ella y a los meses él.

Y no fue hasta pasados más de 200 años cuando, cuando aquella chica comenzó a tocar el concierto para violín de Tchaikovsky, que hizo resurgir en su interior aquel amor maldito, y fue cuando la conjunción de la magia de la luz de la luna y la magia de aquel concierto lograron destruir aquella maldición que pesaba sobre sus corazones.

De nuevo estaban allí, habían conseguido recordar aquel amor, y había provocado que Michael hubiese vuelto a la vida gracias a su viejo violín, que el destino siempre quiso que lo tuviese. Volvían a estar frente con frente, volvían a tocarse, volvían a fundir sus labios en un solo beso, volvían a ser un solo alma en dos cuerpos. Quizás aquella sería su última vida, pero a ninguno de ellos, pues hasta que llegase aquel momento ellos estarían juntos, y eso era más de lo que podían pedir.

No se sabe como trascurrió su vida desde aquel momento, no se sabe si tuvieron hijos, no se sabe si se casaron, ni donde vivieron, pues tras aquella noche se diluyeron entre la inmensidad del mundo y del destino, solamente un testigo sabría responder aquello, solo la luna sería capaz de hacerlo, la misma luna que con su encanto y magia logró romper aquella oscura maldición. Lo único seguro es que la luna fue testigo de largas noches de música, pasión y embestidas, y quien sabe si en este momento está siendo testigo de ese amor.

In memoriam. P.I.Tchaikovsky.

No hay comentarios:

Publicar un comentario