Era una soleada mañana de enero, cuando aquel chico despertó. Sentía que su cabeza le iba a estallar, quizás por todo el daño que le había hecho su novia, o quizás por todo el alcohol que había consumido antes de quedarse dormido. No le importaba aquel dolor, sino que lo que realmente lo que le importaba eran todos los hechos que habían ocurrido la noche anterior. En ese momento, cuando estaba más triste que nunca, se dirigió hacia la cocina, a tomar algo más de alcohol, pero se detuvo junto a la puerta, y su mente recuperó lo que había ocurrido horas antes.
Alex se encontraba frente a la puerta, estaba esperando a su chica, con la que estaba saliendo desde hacia dos años, aquel día era su aniversario e iban a celebrarlo con una cena. Cuando pasaban unos pocos minutos de las 9 llegó su chica, pero Alex comprobó que ella tenía un peor aspecto que de costumbre. Él le dijo que pasase, y se sentase, y que le contará lo que le ocurría, ella se sentará, pero no pudo hablar ya que rompió a llorar. Él se acercó a ella, y le secó las lagrimas, acariciándole la cara, y ella cambio su expresión, que pasó de reflejar tristeza a reflejar cierto arrepentimiento.
-Tranquilízate, mi cielo- le dijo Alex- y cuéntame lo que te ocurre.
- No creo que puedas soportarlo- dijo su chica, con la voz muy entrecortada.
- Nena, me estoy empezando a preocupar- dijo Alex con seriedad- claro que podré soportar lo que me cuentes.
-De acuerdo- dijo ella en un tono algo más relajado- Todo ocurrió hace dos semanas, era de noche y estaba regresando a casa cuando me encontré con Lucas, mi ex, y él insistió en que teníamos que hablar, así que fuimos a mi casa, solté las cosas y bajamos al bar que hay al lado de mi piso. Estuvimos hablando durante un par de horas, tomamos unas cuantas cervezas, entonces él cogió mi mano, me miró a los ojos, y me dijo que el mayor error que había cometido en su vida fue perderme. Yo me acordé de todos los momentos que pasé junto a él , y la única reacción, que tuve, fue besarlo. Tras ello subimos a mi piso, y pasamos la noche juntos.
-Pero.. Entonces- Dijo Alex sin poder reaccionar
-¿Estás bien Alex?- Dijo aquella chica, que contemplaba el rostro cada vez más pálido de Alex- Por favor, dí algo.
-No se que decir, supongo que te perdono, todos podemos tener fallos.
- No quiero que me perdones, quiero que te enfades, que me chilles.- dijo ella encolerizada- Eso es lo que echaba de menos de mi ex, que no me daba la razón en todo.
- No te estoy dando la razón, nena- dijo sorprendido Alex- Lo que no quiero es que te vayas, no quiero que me dejes solo...
Justo cuando iba a responderle ella, sonó el timbre de la puerta, Alex se levantó, se dirigió a la puerta, la abrió, y vio a un chico, alto, delgaducho, y con cara de seriedad. Alex le preguntó que quien era y qué quería. Pero no fue aquel misterioso chico quien respondió:
- Se que lo nuestro nunca podría llegar a funcionar- dijo la chica, que se había levantado y se había puesto la chaqueta- me voy con él, siempre podremos ser amigos, pero solo amigos.
- ¿ Cuando tomaste esta decisión?- dijo Alex, sin poder salir de su asombro.
- La noche que le bese, de hecho desde esa noche nos hemos visto varias veces... Creo que es mejor que te dejemos solo, me marcho de tu lado, para jamás volver, adiós...
Fue entonces cuando aquella chica le dio dos besos a Alex en las mejillas, y se dirigió a la puerta, con las lagrimas saltadas, y una vez llegó al lugar donde estaba aquel chico, lo besó en al boca, lo abrazó, y ambos se marcharon. Alex cerró la puerta, dio un grito de frustración, se giró, vio la mesa con la cena preparada, y dándole una patada, lo tiro todo al suelo. Se apoyó en la puerta, con la espalda, y se dejo caer, poco a poco, al suelo y se puso a llorar. Cuando ya eran las una de la mañana Alex se levantó del sitio en el que estaba, y del que no se había movido, se dirigió a la cocina, abrió el frigorífico, sacó todo el alcohol que vio, y se sentó en el suelo. No podía creer lo que acababa de ocurrir, se encontraba solo, y solamente le apetecía tomar alcohol, Bebió durante horas, e incluso vomitó por la cantidad de alcohol que había consumido, y fue entonces cuando decidió irse a la cama.
Volvió de repente a la realidad, se giró y vio que todo estaba tirado, tal y como lo había dejado la noche anterior, por lo que comprendió que todo había sido realidad, no un sueño. Se dirigió a la cocina, donde encontró los restos de su propio vómito, y un montón de botellas vacías, algunas de cerveza y otras de vodka. Cogió la única botella que no estaba vacía, y que en su interior contenía vodka, y se dirigió de nuevo al salón. Cuando iba a sentarse vio un papel encima de la mesa, y entonces su mente dio un vuelco. se levantó rápidamente, se dirigió a su habitación, cogió un bolígrafo, volvió al salón, y escribió en aquel papel: "Sin ella no tengo vida, ella me la ha quitado.". Entonces dobló el papel y lo guardo en su bolsillo, cogió la botella de vodka, salió al balcón, bebió lo que quedaba de la botella, la dejó en el suelo, y acto seguido de tiró de cabeza. Fue una caída de cuatro pisos, algunas personas pasaban por allí y se acercaron muy alterados y asustados, y cuando llegaron a donde estaba Alex, comprobaron que ya nada se podía hacer, su cuerpo no había aguantado el impacto. Al retirar el cuerpo, encontraron aquella nota, aquellas palabras que acompañaron a Alex hasta la eternidad, recordando quién había causado aquello.
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