sábado, 10 de mayo de 2014

Una de gore

Esta historia ocurrió hace ya algunos años, y aún a día de hoy seguimos teniendo muchas preguntas sobre todo lo que ocurrió aquella fatídica semana.

Corría el mes de julio de 2010, cuando un grupo de amigos decidió alquilar una casa rural entre todos, para pasar allí una semana, alejados del ajetreo de su vida. Escogieron para irse una pequeña casa rural, que se encontraba en la serranía entre Granada y Málaga. La semana elegida fue la última semana de ese mes, ya que uno de ellos, Laura, se debía mudar de pueblo en la primera semana de agosto, y estaría muy ocupada.

Este grupo estaba compuesto por 6 amigos, Laura, Marcos, Juanjo, María, Alex y Ana. Laura y Marcos eran pareja, al igual que Juanjo y Maria, Alex, por el contrario iba a aprovechar aquella ocasión para pedirle a Ana que fuese su novia. Todos prepararon el dinero y sus maletas, fueron de compras para tener comida y bebida para una semana, y consiguieron que un amigo los llevase en su camioneta. El día antes de la partida se reunieron en un bar de su pueblo, para ultimar los preparativos, y estando allí se les acerco un viejecito, que les dió un libro, y les dijo que el había sido jardinero en esa casa rural, y que aquel libro les sería de mucha utilidad. Aquel libro no tenía titulo en la portada, lo abrieron y descubrieron que era un diario, y decidieron que lo leerían una vez hubiesen llegado a la casa.

A la mañana siguiente se reunieron todos y partieron hacia la casa rural, comenzaron el camino y en menos de dos horas habían llegado a la casa. Eran ya las 12 de la mañana y decidieron repartirse las habitaciones, y tumbarse a tomar unas cervezas. Aquella casa parecía impoluta, como si nadie hubiese vivido allí, lo cual les llamó mucho la atención a aquellos chicos. Una vez terminaron de tomar las cervezas y comieron algo decidieron descansar y dormir, para aprovechar la noche. Por la tarde se despertaron, se bañaron en una pequeña piscina que había, y tras eso se sentaron a cenar. Les parecía que iba a ser una de las mejores semanas de su vida, pero no sabían lo equivocados que estaban. 

Por la noche decidieron encender una hoguera, salieron a buscar palos, loo reunieron en el patio, junto a la piscina, y la encendieron. Se sentaron en el suelo, junto a aquella pequeña hoguera, y discutieron sobre que hacer esa primera noche, entonces Juanjo decidió que podrían leer aquel diario que les había dado. Comenzaron la lectura, y era un diario bastante normal, en apariencia, de un jardinero que estuvo allí en los años 70. Las entradas en ese diario eran muy cortas, y en ocasiones muy graciosas, pero de repente, el 20 de Julio de 1980 la entrada fue más larga y mostraba una preocupación, ya que los nuevos habitantes, unos padres y sus cuatro hijos, se comportaban de un modo muy extraño, como nunca lo habían hecho. La siguiente entrada se escribió el día 22 de Julio de 1980:

“22 de Julio de 1980: Hoy me he despertado más temprano, para preparar el jardín antes de irme, y me llamó mucho la atención que alguien había entrado y había cortado 6 rosas rojas que había plantadas. La tarde ha sido como siempre, sin ninguna anécdota digna de contar. La noche esta resultando muy rara, normalmente estaría escuchando a los niños correr, pero no se escuchan, es como si no estuvieran, durante la cena, el dueño de la casa vino a hablar conmigo, se encontraba muy alterado, como si sintiese que algo iba a ocurrir. Seguro que no será nada, o que a alguno de los niños le ha pasado al”

La entrada se cortaba hay, y Juanjo, que estaba leyendo dejo caer el libro, dando un grito ahogado, Alex cogió el libro, y vio con horror, que la historia se cortaba hay y que sobre la página había una gran mancha de sangre. Todos pensaron entonces que sería una broma de aquel anciano. Habían pasado ya las doce de la noche, y continuaron mirando el libro, por si encontraban algo más. Y comprobaron que el 27 de Julio de 1980 volvía a haber una entrada, pero con un tipo de letra diferente, como si lo hubiese escrito un niño, y pudieron leer, tras un rato de mirar esas difíciles letras, una frase muy escalofriante: “Esta noche se ha producido la última de las 6 muertes, una por noche......Diablo Draconico”.

Tras leer esto decidieron irse a la cama, ya que estaban muy asustados, y además se había hecho tarde. Aquella noche durmieron incómodos, por lo que habían leído, pero sabían que sería una broma, seguramente. Se despertaron pronto la mañana del 22 de Julio, y se fueron de paseo, todos estaban ya convencidos de que aquello fue una broma, y de hecho bromearon sobre ello. Por la noche regresaron a la casa, se bañaron, prepararon la hoguera e hicieron una barbacoa. Comieron y bebieron, y cerca de las once y medía de la noche, Alex sintió necesidad de ir al baño. Se levantó y fue, una hora después aún no había regresado, y todos lo tomaron como una broma. Continuaron jugando a las cartas junto a la hoguera, y a las dos de la mañana comenzaron a preocuparse, porque no regresaba Alex. Salieron en su búsqueda, se dividieron, y Ana se dirigió hacia donde estaban los baños, hoyo una rama moverse entre los arboles cercanos, se acerco, y la iluminó con la linterna.

Se escuchó un grito de horror, y todos corrieron hacia donde estaba Ana, la escena era muy desagradable, Alex se encontraba muerto, colgado con una rama atravesándole la garganta, y a sus pies había una muñeca de porcelana antigua. Salieron entonces todos a correr, hacia una aldea cercana, pero cuando llegaron a la puerta comprobaron que una fuerza invisible les impedía acercarse a esa puerta.

Corrieron entonces junto a la hoguera, e intentaron llamar por teléfono, pero no podían, así llego el día, y se pusieron a comer, sin ganas, intentaron de nuevo salir, pero continuaban sin poder salir. Decidieron separarse e intentar buscar un atajo para salir. Ana fue hacia unos arbustos, por donde salia un camino, empezó a caminar el camino, y se encontró allí con un niño, que le dijo que les ayudaría, la guió de nuevo a la casa. No encontraron a nadie, y Ana pensó que el resto estarían buscando algún modo de salir. La guió a su habitación, y se señalo el armario. Ana, como movida por una fuerza extraña, se acerco al armario, cogió un cinturón, que era de Alex, se lo ató en el cuello, y se colgó de la ventana.

Cuando regresaron el resto la encontraron allí, colgada, y sujetando con sus manos había un peluche de un perrito, que parecía sacado de la basura, desgastado por el tiempo. Estaban muy asustados, y pronto llegó la noche, y de nuevo realizaron una hoguera, y esta vez durmieron allí sin separarse ni un momento ninguno de ellos. Apenas durmieron nada aquella noche, y por la mañana tampoco se separaron. Por la tarde intentaron dormir un poco, y así fue, todos se quedaron dormidos, y así fue hasta que Juanjo se despertó, notando que alguien lo miraba. Se incorporó y vio a un niño de apenas 6 años, que lo miraba, se acercó para hablar con el niño, y cuando iba a abrir la boca para hablar vio que el niño sacó unas tijeras, y se las clavó en el corazón. Cuando el resto se despertó vio el cuerpo de Juanjo, destrozado, con la lengua cortada, con sus ojos sacados, y el cuerpo cortado, como si alguien hubiese estado jugando con aquel cuerpo a cortarlo.

Marcos cogió y se las llevó de nuevo al patio, mientras intentaba salir de aquel lugar, así les dio la noche, y regresaron a la hoguera. Estaban todos destrozados, no podían parar de llorar. Cayeron dormidos y a la mañana siguiente los tres intentaron volver a salir de aquel lugar, pero no lo consiguieron, estuvieron todo el día intentándolo, y por la noche volvieron a la hoguera, donde se tumbaron a descansar.

Al día siguiente se despertaron Marcos y Laura, pero no encontraron a Maria, la buscaron por distintos sitios, los dos juntos. Entraron al baño y allí se la encontraron, muerta, sobre la pila del lavabo, como si alguien hubiese cogido el espejo, lo hubiese partido, y hubiese clavado esos fragmentos en el cuerpo de María, haciendo que se desangrara, por lo que había un gran charco de sangre.

Marcos y Laura pasaron el día abrazados, junto a la hoguera, sin poder dejar de llorar. Continuaron así por la noche, y por la mañana siguiente descansaron, y por fin durmieron. Se despertaron por la tarde, cerca de anochecer, y ambos se pusieron a comer, pero Laura no pudo terminar de comer, ya que se terminó durmiendo. Se despertó a las doce menos diez, y se encontró una horrorosa imagen, Marcos se encontraba atravesado por un palo, y puesto sobre la hoguera, como si lo estuviesen cociendo. Ella no pudo reaccionar, el shock ya fue demasiado grande.

En ese momento vio que detrás de la hoguera había un niño, que se estaba acercando a ella. Laura no podía moverse, aquel niño se acercó, la intento consolar y le dio agua de beber. Pero a las doce de la noche, comenzó a sonar unas campanas, no fueron doce, sino seis, y al finalizar esas campanadas el niño la cogió de la mano, y le dijo:

“Esta noche se ha producido la última de las 6 muertes, una por noche.”


Dicho esto, empujó a Laura a la hoguera, y ella sintió como un palo le atravesaba el pecho, y lo último que pudo ver, fue a aquel niño coger una rosa roja, y unirla a un ramo, donde había cinco más. 

"Diablo Draconico...."

Twitter: https://twitter.com/klaus_escritor

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