viernes, 29 de mayo de 2015

Nadie dijo que amar fuese fácil

Rafa, un chico de 18 años, era un chico muy inteligente, alto, delgado y pelirrojo, sacaba buenas notas y hacía mucho deporte, pero solo tenía un defecto, el peor de los defectos. Él era diferente al resto, no le gustaba el fútbol, le encantaba el rock y el heavy, y detestaba la música electrónica. En clase muchos de sus compañeros lo ignoraba, y solo contaba con unos pocos amigos.

Siempre acudía a clase sin ningunas ganas, pues se sentía solo, marginado, como si el resto se creyesen superiores al resto. Pero a mediados de Mayo esto cambió, pues llegó a su clase una nueva chica. Rafa, como de costumbre, no se preocupó por quien era aquella chica, pues aparentaba ser igual que el resto, pero como no había otro sitio libre, aquella chica se sentó junto a Rafa. Él continuó las clases como si nada, y aquel viernes, tras clase Rafa se dirigió a un conocido pub al que iba la gente que le gustaba el heavy, al igual que a él. Se dirigió allí pues el dueño y camarero de aquel sitio era un viejo amigo suyo, elamaneue siempre estuvo, y aquel mismo viernes Rafa empezaría a ayudarlo como camarero.

Llegó al pub y Luis, su amigo, lo estaba esperando en la puerta con unas bolsas, con unas hamburguesas que habían comprado. Rafa se acercó, se dieron las manos y Luis abrió la puerta del pub. Ambos pasaron, se sentaron en una mesa, se echaron algo de beber, comenzaron a comer y al mismo tiempo comenzaron a charlar:

- ¿Cómo te ha ido la semana Rafa?- Dijo Luis mientras daba un gran sorbo a su cerveza.
- Pues normal, lo más raro que ha pasado es que ha llegado una chica nueva a clase.- Dijo Rafa con desdén.
- ¿Y qué te ha parecido esa chica, quizás esa sea la tuya?- Dijo entre carcajadas Luis.
- Lo cierto es que la chica es mona.- Dijo Rafa- El único problema que veo es que no es mi tipo de chica parece muy superficial, aunque sea algo simpática, se sentó a mi lado, y me ha tratado bien, pero sinceramente no creo que sea mi tipo de chica, ni yo su tipo.
- ¿Tú tipo de chica?- Gritó Luis entre carcajadas- Mejor será que empecemos a prepararnos para abrir, y que nos dejemos de chistes.

Luis y Rafa comenzaron a preparar todo, y en especial este último estaba muy nervioso, pues era su primer día como camarero junto su amigo. Cuando dieron las cinco de la tarde Luis volvió a levantar la persiana del pub, que había bajado cuando entraron a comer, y a los pocos minutos empezó a llegar gente. Rafa pasó una tarde muy tranquila, pues el trabajo de camarero se le daba mejor de lo que él creía. No estaba apenas cansado, aunque el volumen de trabajo que hubo fue elevado. Para las ocho de la tarde solo quedaba una pareja, y Rafa y Luis decidieron tomarse algo, pues era el mejor momento. Justo cuando Rafa estaba echando en los dos vasos el whiskey se abrió la puerta y entraron tres chicas, Luis había salido a por comida, así que Rafa apartó los vasos y se acercó a aquellas chicas.

Su sorpresa fue monumental cuando vio que una de las chicas era su nueva compañera de clase. Rafa no se lo podía creer, aquella chica había cambiado aquella ropa que la hacía parecer una chica pija por una camiseta de AC/DC, unos vaqueros rotos y unas deportivas oscuras. Ella ser ruborizó, pues tampoco esperaba encontrar a aquel chico en aquel sitio. El preparó las tres cervezas que las chicas le pidieron, y una vez se las hubo puesto fue a terminar de preparar su whiskey, pero justo entonces aquella chica le habló:

- Perdona Rafael, creo recordar que te llamas así- dijo la chica- soy Laura, de tu clase. 
- Ah, si, perdona Laura, si soy Rafael, pero por favor prefiero que me llamen Rafa.-Dijo el sorprendido.- Me vas a permitir que te diga una cosa.
- Claro que si Rafa.- Dijo ella.
- Cuando te vi entrar en clase me pareciste una chica pija, aunque he de reconocer que mona- dijo él sin vacilar ni un solo instante- y me alegro de haberme equivocado. Si durante estos días no te he hablado ha sido por eso.
- No te preocupes, yo también me parecía odiosa con esa ropa, aunque quiero hacerte una pregunta, ahora que veo como piensas, más o menos. ¿Los de clase son así de estúpidos con la gente como tú, o solo contigo?
- Si te vieran ahora mismo seguro que te marginarían- dijo con media sonrisa él- aunque siempre que quieras puedes volver a hablar conmigo.

Continuaron hablando durante un par de horas, mientras ella tomaba algo con sus amigas. Se intercambiaron los números de teléfono y poco después de las diez y media ella se marchó, y fue entonces cuando Luis y él cenaron. Ambos hablaron muy animadamente durante la cena, y de nuevo Luis le preguntó por aquella chica, y esta vez Rafa si reconoció que le gustaba. El fin de semana pasó muy rápido para Rafa, quizás por su nuevo trabajo, o quizás por el hecho de que estaba deseando volver a aquella chica.

El lunes Laura y Rafa quedaron para ir juntos a clase, pues la casa de Laura le pillaba de paso a Rafa. Está vez fue al instituto con una ropa más parecida a la de Rafa que a la del resto de sus compañeros, lo que provocó recelos y risas por parte de los otros compañeros.  Pero eso no le molestaba a Laura, pues se sentó con Rafa y ambos estuvieron prácticamente toda la mañana hablando, ignorando al resto de sus compañeros. Así ocurrió a lo largo de los días y semanas siguientes, hasta que finalmente terminó el curso, y Rafa la invitó a que fuese al pub aquel último viernes de clase para celebrar su particular cena de graduación.

Cuando aquel día llegó Laura con sus dos amigas, una de las cuales había comenzado una relación con Luis. Los cinco cenaron, y durante la cena Laura y Rafa estaban muy caramelosos, como si fuesen novios, los dos se gustaban, pero por causa del dolor, ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso. Aún así ambos estaban muy contentos con aquella situación, pues no eran nada y a la vez lo eran todo. Tras cenar las chicas se quedaron allí mientras los chicos trabajaban, y tras cerrar se quedaron allí tomando algo, hasta que dieron las 5 de la mañana, y cada uno se fue para su casa.

Rafa insistió en acompañar a Laura, pues era muy tarde, mientras que Luis acompañó a las otras dos chicas. Cuando estaban cerca de llegar a casa de Laura un chico salió desde la sombra de un portal, portando un cuchillo de aspecto impecable. Se acercó a ellos, empujó a Rafa contra el suelo y e dijo a Laura que le diese el collar y las pulseras de plata que llevaba. Ella se negó, pues era un antiguo regalo de su abuela, ya fallecida, y ante esta negativa el ladrón avanzó con intención de clavarle el cuchillo. Entonces ocurrió, Rafa se levantó con rapidez y paró el cuchillo con su propio pecho. Al instante cayó al suelo, al tiempo que aquel atracador, asustado, huía de aquel lugar. Un hombre que pasaba en coche paró y llamó a una ambulancia. Rafa se estaba desangrando a gran velocidad, y Laura apoyó la cabeza de Rafa en sus piernas. La ambulancia no tardó mucho en llegar, pero aún así no llego a tiempo, pues justo cuando los primeros rayos de la mañana se posaron sobre ellos, Laura lo besó en la boca desesperada, intentando hacer cualquier cosa para que se salvase, pero aún así él, en aquel beso, depositó su último aliento.

Dedicado a todas las personas que me han apoyado en estos últimos 4 años, y muy en especial a todos los que me habéis apoyado este año, me seguís apoyando y me apoyaréis, porque todo esto es posible gracias a vosotros. Para todos y todas los que me habéis dado vuestra confianza, a los que me habéis leído y a los que me habéis animado. Para todos vosotros es está dedicatoria. Esto no es más que el principio.

Klaus, Granada, 30 de Mayo de 2015